Ritmo

Luis Carlos Badía. Una carrera consolidada y de enorme proyección

por Pedro González Mira

Ritmo nº 771, enero 2005

Asistimos al comienzo, pero también a la consolidación, de una importante carrera de director de orquesta. Luis Carlos Badía, también violonista serio, abre ante sí un futuro de enorme proyección creativa. Quienes le conocen aportan interesantes referencias: tiene el talento, la capacidad y el don que sólo poseen los grandes. Y yo creo, por lo que le he escuchado, que hay muchas razones para avalar tales opiniones: por cómo afronta la interpretación, por cómo ve la relación existente entre el emisor del mensaje y sus receptores, por cómo equilibra lo que se puede y se debe hacer para conseguir que la música acabe siendo lo que tiene que ser, un acto de comunicación, de comunicación de lo bello… Sé también qué resultados, en ese aspecto, consigue Badía en sus conciertos ante públicos lo suficientemente dispares como para llegar a asegurar que el “chip” de la comunicatividad está en él, y que lo mismo le funciona en México que en Francia, en Transilvania o Roma… Sé también cómo le tratan los músicos con los que trabaja; al principio siempre distantes, pero a los pocos momentos de comenzar la relación, transfigurados en entusiastas y locuaces acompañantes-amigos, más allá de la frialdad del mundo profesional. Y conozco opiniones autorizadas que hablan de sus conciertos: por ejemplo, la acreditada musicóloga y crítica italiana Miriam Tripaldi, del diario “Corriere degli Spettacoli” ha dicho de él a propósito de un concierto en el Festival de Taranto: “Un director de orquesta extraordinario ha ofrecido un lujo de sinfonía de Mozart, en un concierto que ha sido admirable, ya que lo que sucedió quizá sea el máximo testimonio de la mejor muestra de la Orquesta de la Magna Grecia, que nunca antes había afrontado; sobre todo el mérito a la sublime sabiduría de ejecución del maestro Badía”.

©Pedro González MiraLos conciertos de Badía son auténticas semillas que van dejando entre compañeros y público, que enseguida transmutan desconocimiento en admiración al poco tiempo de acabar esa “comunicación” musical, que, durante y luego de afrontar la creación musical, Badía traslada a los auditorios con la fe y las ganas que sólo tienen aquellos que están auténticamente convencidos de lo que hacen. En fin, estamos ante un artista que no se anda con remilgos. Yo les pido desde aquí que no olviden este nombre, el de un director que dará que hablar más, aunque todo lo que hasta ahora se haya dicho de él sea mucho y bueno. En el actual “circo” de divos que sostiene la música, encontrar gentes así es muy reconfortante.

Datos biográficos y conciertos

• Luis Carlos Badía nació en la Habana en el seno de una familia de gran raigambre musical. Allí, en el conservatorio Amadeo Roldán, comenzó los estudios de violín.

• En ellos obtiene el título de “Master of Fine Arts” en el conservatorio P.I. Tchaikovsky.

• En 1989 finaliza el doctorado en el mencionado conservatorio, realizando giras de conciertos por Rusia. Obtiene la calificación de artista de Primera Categoría por la Gas-Koncert (Empresa estatal de contrataciones más importante de la antigua URSS).

• En Zúrich se gradúa en dirección orquestal con Daniel Schweizer, discípulo de Celebidache, y en España con Enrique García Asensio amplía estudios.

• Luis Carlos Badía ha dirigido entre otras, a la Orquesta Sinfónica del Estado de México, Orquesta Sinfónica de Kiev, Orquesta Académica de Viena, Orquesta Filarmónica de Riga, Orquesta de la Magna Grecia; en Transilvania, a la Orquesta Filarmónica de Sibin y la de Brasov; Orquesta de Kaliningrado, etc…

• Ha recorrido en giras como director y solista países como Austria, Francia, Italia, Suiza, Alemania, Rusia, Ucrania, antigua Chekoslovaquia, Letonia, Polonia, Cuba, antigua Yugoslavia, España, Rumanía y México.

• En marzo de 2004 ha sido nombrado director titular de la Orquesta Filarmónica de Nimes-Francia. Y recientemente, principal director invitado de la Orquesta Filarmónica del Teatro Petrucelli de Bari-Italia.

• En febrero de 2005 inaugurará una nueva gala de conciertos en Roma dirigiendo a la Orquesta “I solisti de Perugia”.

• Tiene comprometidos conciertos con las Orquestas Filarmónica de Sibiu, Kaliningrado, Gira por España con la Filarmónica de Nimes y por Castilla la Mancha con la Orquesta de Cámara siglo XXI, junto al Schola Cantorum.

• Dirigirá en la próxima temporada a la Orquesta de Cámara de Manhein y la italiana de Leccie.

• En julio de 2005 estará en el Festival Internacional Citta Medioevale di Roma con la Orquesta de la Magna Grecia.

• Con I Musici estrenará un concierto para violín como solista y más allá del Atlántico con la Orquesta del Estado de México, con la que tuvo un memorable éxito con su debut y cuya crítica de uno de los más reputados críticos reproducimos casi en su literalidad a continuación.

Debut sin precedentes en México

El pasado domingo 20 de junio del 2004 fuimos testigos de un gran acontecimiento musical: la presencia, en México de el Mtro. Luis Carlos Badía, Director de Orquesta español de origen cubano y la gran Violista española de origen ruso Natasha Nikiforova. Como suceso inusitado pudimos apreciar, por un lado, la profunda comunión lograda entre los excelentes músicos integrantes de la Orquesta Sinfónica del Edo. De México y el talentoso Director Concertador Mtro. Luis Carlos Badía, quien en un estilo de conducción muy personal nos obsequió una sesión plena de emoción y contrastes. Por otro lado, es importante destacar que la atención del público capturada durante el concierto nunca se desprendió del encantamiento de esta brillante y profunda interpretación.

En la primera parte escuchamos El Concierto para Viola y Orquesta Op. POSTH, de Beja Bartok. La ejecución del solista corrió a cargo de la Violista Natasha Nikiforova quien realmente deslumbró por su virtuosismo y la gran calidad en su agilidad y afinación. La siguiente obra fue La Obertura Fantasía “Romeo y Julieta” del Ruso Piotr Ilich Tchaikovsky. Con esta obra, el Mtro. Luis Carlos Badía, quién tambiénf obtuvo su Doctorado en el Conservatorio Tchaikovsky en Moscú, Rusia, demostró además de un gran conocimiento del sentir ruso, una gran sensibilidad ante los hermosos temas que ofrece en su maravillosa instrumentación y, sin duda, aprovechó las grandes cualidades y capacidades de la Orquesta Sinfónica del Edo, de México para enaltecer las hermosas melodías con que nos ha regalado la inspiración del Mtro. Tchaikovsky. La OSEM nos demuestra el por qué de sus 33 años de existencia: los excelentes ejecutantes que la integran y la gran experiencia adquirida bajo la dirección de su Titular el Mtro. Enrique Bátiz Campbell.

La segunda parte del programa nos ofreció un gran “Plato Fuerte”: La Sinfonía Núm. 7, de Beethoven. El ritmo persistente, las amplías melodías, el vértigo y el movimiento lleno de energía de esta gran obra estuvieron presentes en esta ocasión gracias al profundo y respetuoso conocimiento de la obra que demostró tener el Mtro. Luis Carlos Badía, quien insistimos, con su dirección exigente, acuciosa y determinante, obtuvo de la OSEM una amplía gama de matices desde el pianísimo susurrante hasta el fortísimo explosivo, ritmo impecable y un timbre sonoro con gran expresión.

Para después finalizar con dos bellas obras de regalo: “La Obertura” de Las Bodas de Luis Alonso de Jerónimo Giménez y “La Farruca” de El sombrero de 3 picos de Manuel de Falla, lo que motivó un estruendoso aplauso, con el que el público de pié, ovacionó al Maestro Luis Carlos Badía por el arte exquisito con que nos hizo disfrutar el inicio del concierto, dirigiendo a este gran conjunto sinfónico.

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